Nº de páginas: 205
Editorial: Planeta
Lengua: portugués, traducción de Ana
Belén Costas.
Encuadernación: tapa blanda
ISBN: 978-84-08-07478-6
Resumen del libro: Veronika es una joven
completamente normal. Es guapa, no le faltan pretendientes y tiene un buen
trabajo. Su vida transcurre sin mayores sobresaltos, sin grandes alegrías ni
grandes tristezas. Pero no es feliz. Por eso, una mañana de noviembre, Veronika
decide acabar con su vida. Sueños y fantasías. Deseo y muerte. Locura y pasión.
En su camino hacia la muerte, Veronika experimenta placeres nuevos y halla un
nuevo sentido a la vida, un sentido que le había permanecido oculto hasta
ahora, cuando tal vez ya sea demasiado tarde para echarse atrás. Veronika
decide morir plantea que cada segundo de nuestra existencia optamos entre la
alternativa de seguir adelante o de abandonar
Paulo Coelho, es de los
escritores latinoamericanos más conocidos del momento, con obras traducidas a
múltiples idiomas. Todo a aquel que haya leído algún libro suyo es capaz de
percibirlo en cada página que escribe, siempre con positivismo y replanteando
continuamente al lector dudas existenciales. Lo importante de sus obras no es
la trama, sino la transformación y el mundo interno de sus personajes, es aquí
dónde está su éxito; pues es capaz de llegar al sustrato emocional del ser
humano.
Veronika
decide morir, es un libro fácil de leer y con capítulos cortos, lo que hace que no
haya momentos en los que resulte muy denso. En un principio, no me atrajo tanto
e incluso la protagonista me pareció un poco absurda, pero pronto cambié de
idea y me sumergí en el mundo de Villete, el sanatorio mental al que ingresa
tras su intento de suicidio. En este lugar es donde transcurre toda la
historia, en tan solo una semana se puede apreciar el efecto que la chica
produce en ese mundo lleno de lunáticos.
Veronika sobrevive al suicidio, pero tendrá que aprender a sobrellevar
otra noticia, su inminente muerte porque su corazón ha sufrido daños irreparables.
En este tiempo de espera, es cuando en realidad comprende lo que es la vida y
descubre quién es. Entiende que ha vivido con miedo, que ha dejado sus sueños
correr hasta que han desaparecido de su vista. Su inminente muerte, también, hace que otros internos reflexionen sobre su situación, sobre la posibilidad de
volver a enfrentarse al mundo exterior. La idea de la muerte, la conciencia de
ella, genera que la energía de la vida vuelva a funcionar.
Destacan otros tres personajes, Zedka, Mari y Eduard, cada uno con sus
peculiaridades y su historia. Cuanto más conoces a cada uno de ellos, más te
interesan y te conquistan, la forma en la que afrontan lo que han tenido que
vivir y las grandes enseñanzas que obtienen de ello.
Está muy presente la idea de la locura, qué es, cómo tratar con ella y la
opinión personal del director del sanatorio. La forma en la que lo trata Paulo
Coelho, además de la de enfermedad mental, es una visión más amplia e incluso
necesaria para la vida. Todo es tan relativo, estar loco, el concepto de realidad y normalidad se ponen en duda.
Por último, el final resulta muy entrañable y en un principio no esperaba
que estuviera tan lleno de amor. Cada personaje encuentra lo que necesita, en
el momento en el que está preparado para ello. En definitiva, es un libro que
conmueve e ideal para leer una tarde fría de invierno con una manta.
Reflexión
personal: La vida adopta su sentido a través de la muerte, gracias a ella
conseguimos la motivación para llevar a cabo nuestros objetivos. Por eso,
cuando nos creemos inmortales, cuando se nos presenta el tiempo como infinito,
perdemos las ganas y el sentido de la vida. Además, si viviéramos para siempre
los instantes no sería únicos, estaríamos inmersos en algo que no cambia, pero
con la muerte sabes que puedes desaparecer, que un día puedes estar y al
siguiente haberte convertido en humo. La muerte nos proporciona las ganas de
sobrevivir y en consecuencia vivir a todo lo que se nos presenta, ya sea por
instinto animal de no dejarnos derrotar.
"...Verónika no sabía qué
decir, pero las palabras de aquella loca tenían sentido. ¿Quién sabe si no
era la misma mujer que había visto semidesnuda en las calles de Ljubljana?
- Te contaré una historia- dijo Zedka- Un poderoso hechicero, queriendo
destruir un reino, colocó una poción mágica en un pozo del que todos sus
habitantes bebían. Quien tomase de
aquella agua se volvería loco.
A la mañana siguiente, toda la población bebió y todos enloquecieron,
menos el rey, que tenía un pozo privado para él y su familia, donde el
hechicero no había conseguido entrar. El monarca, preocupado, intentó controlar
a la población ordenando una serie de medidas de seguridad y de salud pública,
pero los policías e inspectores habían bebido del agua envenenada, y juzgando
absurdas las disposiciones reales, decidieron no respetarlas de manera alguna.
Cuando los habitantes de aquel reino se enteraron del contenido del
decreto, quedaron convencidos de que el soberano había enloquecido y por eso
disponía cosas sin sentido. A gritos fueron hasta el castillo exigiendo que
renunciase.
Desesperado, el rey se declaró dispuesto a dejar el trono, pero la
reina lo impidió diciendo: “Vayamos ahora hasta la fuente y bebamos también. Así nos volveremos iguales a ellos.”
Y así se hizo: el rey y la reina bebieron el agua de la locura y
empezaron inmediatamente a decir cosas sin sentido. Al momento sus súbditos se arrepintieron:
ahora que el rey estaba mostrando tanta sabiduría, ¿por qué no dejarle
gobernar?
El país continuó en calma, aunque sus habitantes se comportasen de
manera diferente a sus vecinos. Y el rey pudo gobernar hasta el fin de sus días..."
